domingo, 14 de julio de 2013

AUTORAS IMPRESCINDIBLES: EDITH WHARTON

Hace unas semanas, tal vez un mes, una amiga que forma parte de uno de los más sólidos grupos de lectura de esta isla me comentaba, incómoda, que aunque el grupo está formado exclusivamente, y casualmente, por mujeres, son muy pocos los libros de autoras que leen y analizan. Tras el comentario surgió la petición de que desde la librería les propusiera lecturas de "calidad equiparable a la masculina" de escritoras de cualquier lugar y época: ¡tantísimas!
Tengo plena conciencia de que la labor excede con mucho mis conocimientos y mi capacidad. Pero no quiero dejar el guante en el suelo sin intentar, al menos, ofrecer una pequeña aportación indicándoles algunas autoras que leo y cuya calidad literaria me parece incuestionable. Por eso inicio este nuevo apartado de autoras imprescindibles, esperando que se animen a leerlas, y que aporten, ustedes que leen, todas las referencias y recomendaciones que consideren pertinentes.
Y empezamos, hoy, con Edith Wharton, simplemente porque ayer tuve el placer de leerme El día del entierro.


Edith Wharton, la señora que ven a la izquierda, nació en Nueva York el 24 de enero de 1862 y murió en Sant-Brice-sous-Fôret (Francia) el 11 de agosto de 1937. Su biografía pueden consultarla en la wikipedia (vergüenza debería darme citar una fuente así), aquí, y aquí, y en muchísimas otras páginas y libros. Leyendo sobre ella sabrán que se casó, y se divorció, que tuvo un amante bisexual, que también ella amó a algunas mujeres (la irresistible Mercedes Acosta, por ejemplo), que viajó con frecuencia a Europa y se estableció definitivamente en Francia en 1907, que nació en una familia rica, que trabajó con la Cruz Roja durante la Gran Guerra. Descubrirán, navegando por estas redes que se enmarañan, que escribió numerosas novelas, relatos y también poemas, que fue la primera mujer en recibir el Premio Pulitzer (en 1920, por La edad de la inocencia), que fue también la primera Doctora Honoris Causa de la Universidad de Yale, que fue miembra de la Academia Americana de las Artes y las Letras y la primera en recibir la medalla de oro del Instituto Nacional de las Artes y las Letras de Estados Unidos. Leerán, además, que fue discípula, amiga, y admiradora admirada de Henry James. Y que Francis Scott Fitzgerald, Jean Cocteau y Ernest Hemingway se codeaban con ella. Pueden descubrir, por si fuera poco, que mantuvo correspondencia con Joseph Conrad y que este, según se lee en sus cartas, la admiraba profesionalmente. Y todo dará igual, porque a Edith Wharton, como a tantas otras, hay que leerla.

Hay que leerla porque escribió La edad de la inocencia, La casa de la alegría, Ethan Frome, Francia combatiente, Encanto y compañía, y muchas obras más. Hay que leerla porque no debemos prescindir de La solterona, porque quienes leemos nos veremos obligadas a reírnos hasta de nosotras con Xingú, porque Las hermanas Bunner nos sorprenderá. Leerla porque nos gusta leer y disfrutar, porque sus relatos breves son piezas magistrales, porque El día del entierro nos dará una sobremesa magnífica. 
Hay que leerla porque las mejores páginas de reseñas de nuestro país la recomiendan (la tormenta en un vaso, la Librería de Javier, Revista de libros, El placer de la lectura, Anika entre libros y muchas, muchas más).

Les contaba al iniciar esta entrada que me solicitaron como librera que proponga autoras para leer en un grupo de lectura. Y que el empeño es complejo e inmenso. Pero ya empecé. No he leído todo lo de Edith Wharton, no soy especialista en ella ni en ninguna otra, pero he disfrutado con Las hermanas Bunner, con Xingú, con Encanto y compañía, con La casa de la alegría, con Ethan Frome y con El día del entierro. Y por eso estoy convencida de que debemos leerla, tenemos que leerla, es importante leerla. Y podemos elegir una pequeña pieza, o un relato para un momento de sobremesa. O un novelón para ocupar la semana. Da igual, porque la cuestión es, en cualquier caso, leer así que, queridas Atalantas, queridas lectoras, amigas apasionadas de las letras, no se olviden: ¡hay que leer a Edith Wharton!






2 comentarios:

  1. Es una autora maravillosa, una de mis predilectas! Qué buen gusto recomendándola!

    Da gusto tener libreras y librerías de tan buena calidad en la isla :)

    Un cordial saludo!

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  2. El día del entierro me pareció tan real... Cuando terminas tienes ganas de matar al machista protagonista de esa historia que está muy bien, pero que muy bien escrita.
    Ayer le compré a nuestra querida Izaskun "La Casa de la alegría" así que podré contar algo en breve.
    Edith Wharton se ganó el título de magnífica escritora, yo no tengo nada que decir en contra, absolutamente de acuerdo.

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