martes, 18 de enero de 2011

A FAVOR DE LAS DIFERENCIAS

Sí. A favor de la diferencia, de las diversidades, de la variedad, que no de las desigualdades. Y procurando diferenciarnos en la oferta y las maneras andamos. O eso intento.

Hace unos días me preguntaba una periodista qué libros podía encontrar en nuestra librería que no se encuentre en otras y yo le respondía que ninguno. Y le explicaba. Los libros editados pueden ser comercializados por cualquier librero y si están en una librería pueden estar en cualquier otra. Pero no necesariamente están, ni son visibles. Y ahí empiezan las diferencias que queremos porque si bien no hay libros que no puedan encontrarse en otros lugares, sí vamos, poquito a poco, componiendo el catálogo de nuestra librería a favor del proyecto feminista por el que optamos. Y por eso, pasito a paso, vamos ocupándonos de que determinadas editoriales, determinadas colecciones tengan una presencia especial en este espacio porque queremos que se vean, porque nos parecen importantes, porque queremos convertirlas en parte de la diferencia, porque sí.

Una de esas colecciones por las que sentimos absoluta debilidad es la maravillosamente nombrada La cosecha de nuestras madres. Se trata de una colección a mi parecer exquisita de forma y fondo que publica con esmero la editorial horas y Horas, la editorial vinculada a la Librería Mujeres que lleva abierta en Madrid más de 30 años y es referencia maternal para mí. Les cuento algunas cositas de esta colección y les anuncio que, como premio por leer la entrada, tendrán una rebajita del 5% (esa es la única rebaja legal en los libros) en los títulos de la colección que compren durante el mes de enero. Y es que para seguir con las diferencias, que no las desigualdades, cada mes vamos a tener en oferta una colección o una editorial de las que nos parecen fundamentales.

La cosecha de nuestras madres es una colección deliciosa que las editoras presentan así:
Lo que nuestras madres plantaron, nosotras lo cosechamos. Plantaron libertades, sueños, desmanes, quejas, lo nuevo, lo por venir... Les dijeron que no crecería, pero plantaron. Y como lo plantado tenía fuerte raíz (por lo que algunos las llamaron radicales), todo llegó a nosotras. La cosecha de nuestras madres es una colección de textos que recoge el origen, amoroso y guerrero, de nuestro sentido libre de ser mujeres puesto en palabras. De ella obtenemos frutos y semillas que volveremos a plantar.
Y con esta magnífica presentación se han publicado ya ocho libros de factura exquisita en tipo de letra, color y olor que son:

Un cuarto propio, de Virginia Woolf
La hermana, la extranjera, de Audre Lorde
Antes de lo posible, de Adrienne Rich
La cultura patas arriba, de Librería de Mujeres de Milán
El voto femenino y yo, de Clara Campoamor
El Dios de las mujeres, de Luisa Muraro
La secreta guerra de los sexos de María Laffitte Condesa de Campo Alange, y
Zami. Una biomitobiografía, de Audre Lorde.



Una colección que ofrece frutos y semillas, que se hace imprescindible un una librería de mujeres, que marca la diferencia, que se debe conocer. Con esta colección, La cosecha de nuestras madres, abrimos una nueva sección de este blog dedicada a presentar los libros con los que, muy a gusto, trabajamos.
Vengan y vean. Seguro que se sorprenderán con las palabras de esas mujeres que nos siembran.



3 comentarios:

  1. Impresionaita me has dejao y sin palabras.
    Maravillosa oferta Izaskun.
    Besos flamencos,sentiitos y jondos de mi cosecha.

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  2. Bueno mi querida Izaskun... yo ya tengo un par de ellos, y lo que queda...

    Gracias a esa cosecha ahora tu, yo y muchas, muchísimas mujeres del mundo podemos hablar, opinan, reir, llorar, enamorarnos, separarnos, trabajar, disfrutar de nosotras mismas no necesariamente a través de la vida de otro, incluso podemos elevar nuestras voces en favor de la injusticia, a favor de la solidaridad... y defender contra viento y marea los derechos de las mujeres que vendran... Así que, por tanto... hay que reconocer que fue una gran cosecha...

    Besos... besazos...

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  3. Esta entrada en particular me ha encantado, tal vez por necesaria. Podríamos pensar en colgarla fuera, en un cartel, a ver si funciona como repelente... Gracias por ser tan clara, y tan paciente. Besos,
    Gara.

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